Esos montes que se avistan al norte

Esos montes que se avistan al norte

no son tuyos , aunque mandes.

                       Ni lo son las vivas yerbas que lo habitan.

Los niños que cabalgan la risa

huyen de ti, aunque grites.

No son sus sueños tus sueños , ni sus golpes, ni sus padres.

Del vuelo de la espuma y de sus sal

no eres el dueño, no, ni lo serás nunca.

Hay una barrera de coral y cielo que te lo impedirá siempre.

Las aves, mis ojos, las nubes,

no-Tu alegría es nuestro llanto,

tu vida nuestro infierno-No. Nunca tendrás el aire

( y te irás sin dar sombra bajo el sol

porque no eres nada ni nadie jugó contigo)

No son tuyos la flauta de viento, el aroma del rayo,

el ardor de la XXX viva ni las caricias del hombre.

No son tuyas las manos que escriben ni

las tintas que esparcen espirales en el papel

Se te escapa la arena, te huye el agua,

no hay nidos en tu boca.

Jamás bailarás con ella.