Amalio era “un verso libre”, como decía el poeta. Y su poesía es así, de esa manera, libre. Amalio utilizaba cualquier tipo de soporte que le venía a mano para escribir: servilletas, libretas cuadriculadas y gastadas, cartones, paquetes de tabaco… y también sus versos, en ocasiones, formaban dibujos, espirales, cuadrados…… a veces tenían la letra chiquita y apretada y otros alargada y con tachaduras y borrones que dificultaban su lectura.
Paisajes
Se ha abierto una pared sin puerta
Se ha abierto una pared sin puerta
de par en par, a cada lado el vacío
y arriba, en el alero, un pájaro
gritando sus amores a las antenas.
El sol ya nada en el cielo y la luna,
tranquila, no ha querido cederle el sitio.
Las terrazas están llenas de cables
y antenas frías, mates como queriendo un color;
mirando por la verde ventana y sobre la tapia
pueden verse, además del gris aún las golondrinas.
24-7-78
(Madrid)
Agua
Es tan bello el río
tan sublime el
agua
agua
agua
es agua
agua
agua
tan sublime
el río
agua
agua
agua.-
No es solo la noche lo que nos une
No es solo la noche lo que nos une,
ese negror brillante, agujereado
de blanco.
La noche es nuestro mundo,
el día es algo que se arrastra
Todos viven de sol a luna
nosotros sobrevivimos de luz a sol
ES la noche y todo se rompe
Las calles son venas
el oscuro es aire
y el aire es negro.
-Auto-
La capital del mundo soy yo.
Confluyen
los golpes de agua en lágrimas,
los mares en furia, en rabia la tinta,
en tenue histeria la lluvia.
Asumo
el seco calor de la arena
y de la montaña su inalcanzable altura.