Hasta la perdida de identidad

Hasta la pérdida de identidad

Ya el 6 corazón absurdo

No se puede tener visión

De una realidad olvidada

Tantas ocasiones hechas

Hijos del desencanto viviente

Ruido entre la música

Hierro paseando en la hierba

Y después solo un llanto

Como arañar el aire

Una especie de dolor

Inigualable, inaguantable

Respirar aires de lluvia nueva

Viajarme por dentro

Y visitarme íntimamente

Luego tú. Después nada.

Y una risa gorgojeante entre los lirios

que crecen brumosos de lluvias estancadas

rememorando el ayer sombrío y lloroso

por la ausencia del yo perdedor

de todos los rayos solares y cálidos

olvidadizo de ayeres gratificantes,

escolarizados en la vida contigo.

vida paralela a la muerte resbalosa,

supuradora de inquietudes inexpertas

que forman la puerta a los abismos infranqueables del porvenir

aullando de dolor al solo nombre de dios uno e infinito,

robando aire con olor a esperanza

de los pozos del placer prohibido

fruto de la pereza y el hastío

que proclama la tibieza del corpus suave y brillante

a la luz de los focos de la mesa pintada

en folios impresos premeditadamente surgidos

de los dedos de los poetas olvidados,

aquellos que nunca figurarán en las listas de muertos

por la cultura de la patria y otras historias de imperios

ocupada  de rotas alas no nacidas para el camino sin fin

brotado del primer ser sin cerebro que miró al cielo

verde de suspiros lamentables

como un falo en mil vaginas sudorosas, reptil ante la manzana del adiós.

Y repito: del adiós.

22 – 6 – 79