Sé que

Sé que una comerá

devorará mi chaquetón

raído,

besará mi almohadón

destripado de sus plumas,

vigilará mi noche

abrillantada de llanto.

Son la una, las dos,

son tres y cuatro

y suenan a cinco

¿Qué harán sin mi cobijo?

¿Cuál colchón será su cama?

Compraré las flores

soplaré su aliento

sembraré pavor

Sin chocar y dañar

la suavidad

sin quejas de mordaza

                de dé de dedo

sin fé de fecundidad

sin reposar en

búsquedas de

ella.