LA CULPA LA TIENES TÚ
Rosa Llorens Ronda
No sé porqué me llevé la chaqueta
si lo que quería era ponerme los pantalones.
Nunca hago lo que pretendo.
La culpa la tienes Tú.
Me desorientas.
Me agotes.
Me confundes.
Me…
Pero te adoro,
porque entre los dos somos
cojos a dos piernas,
mancos con dos brazos
y tuertos con dos ojos.
Tú y Yo
no llegamos a hacer ni una buena mitad.
Y, sin embargo,
aquí estamos contemplando
nuestros simples rostros,
nuestros informes cuerpos
y nuestras nulas mentes.
Y, aún así,
nos morimos por acariciarnos,
por acompañarnos,
por estrujarnos.
Nos derretimos de deseo.
Deseo de uno por el otro,
que no siendo un todo,
somos dos un medio felices
caminando por el lado salvaje
de nuestra pequeña,
atiborrada
y desordenada casa
llena de vida.