Simplemente caminando

SIMPLEMENTE CAMINANDO

Julia Andreu Noguera

 

Google Chrome. RAE. Diccionario. “Salvaje”:

no cultivado, no domesticado; primitivo e incivilizado;

falto de educación y ajeno a normas sociales.

Inhumano. No controlado. No dominado.

 

Diccionario de sinónimos. “Salvaje”:

montaraz, bronco, montuoso;

bravío, agreste; selvático, silvestre…

Bestial, brutal….cruel….

 

Tantas formas de decirlo, de expresarlo, incluso de sentirlo,

y no alcanzo a comprender la magnitud de este concepto.

¿Qué se sale suficiente de la norma para hacerse diferente?

¿Dónde y quién marca la línea que limita a la gente?

¿No es algo peculiar o frecuente dependiendo de la lente?

¿Qué es salvaje?

¿Qué es demente?

¿Es acaso más que una contrariedad inconveniente?

 

Cuanto más conozco el mundo, más extraño me parece.

Vivo siempre entre dudas, más sólo entre dudas se crece.

Sé que aquello que no es mío a alguien le pertenece,

no hay pensamiento vacío si hay persona que lo aprecie.

¿Qué me da la autoridad para desdecir su idea?

¿Quién sabe si en un futuro llegaré yo a defenderla?

 

En la realidad que conozco carece de sentido tener fe ciega en nada.

Con el paso del tiempo he aprendido que no hay unas reglas fijadas,

no existe una línea pautada.

Que bien por fortuna o desgracia, vivir,

no es seguir instrucciones claras.

 

Todo el tiempo,

todos los días,

todos,

elegimos, pero pocos lo admitimos.

La libertad es aterradora por hacernos dueños de nuestros actos,

por permitirnos dudar y equivocarnos;

y por eso, aunque todos la tenemos, también todos tendemos a olvidarlo.

 

Cada momento vivido es decisión tomada,

y a lo que llamamos salvaje son decisiones inesperadas.

La línea tan sólo limita lo común y lo ajeno;

lo cómodo de lo desconocido;

nuestra norma de lo raro.

Lo “salvaje” es una ilusión que surge cuando necesitamos creer en algo.

Bien sea moral, bien sea sagrado, bien simplemente lo que parece acertado.

Es un grito desesperado por ser llevados de la mano,

por creer que hay leyes que nos protegen.

Lo que esta palabra aporta es unidad frente al hereje.

 

Yo no soy diferente en esto;

también temo,

también creo,

también desprecio;

a veces me arrepiento, a veces me reitero.

Pero no puedo ignorar el pensamiento sincero…

¿Qué harás tú de ser el marginado?

Por supuesto, lamentar ser el injusto despreciado.

Espero que tengas suerte y el castigo a tu pecado,

no pase de una mirada airada y murmullos por lo bajo.

 

Sabiendo todo esto o estando de acuerdo en algo,

¿quién se atreve así a mentir y llamar salvaje a lo extraño?

Para mí sería tres cosas: primero, nuevo.

Luego, interesante o mundano.

Y con el paso del tiempo,

una amalgama de adjetivos acorde a cómo mi pensamiento va cambiando.

 

No sé caminar por el lado salvaje,

ya que soy Yo la que marca mí línea, y Yo quién la mueve a diario.

Yo elijo si hablo o callo;

si muero o vivo;

si duermo o trabajo;

si ataco o esquivo.

Siempre habrá circunstancias, pero también habrá siempre opciones.

 

No tomaré decisiones con ánimo de ser cuestionada,

más tampoco evitaré las ideas censuradas.

Pretendo guiar mi juicio por la razón más franca.

Me llamen arquetipo o salvaje, me llamen vulgar o extraordinaria.

No pondré nombre a mis decisiones.

Seré muchas cosas:

todo lo que opine cada uno sumado a mis inestables nociones.

Finalista IV Certamen Amalio Gran

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