¿Cuántas veces hacen falta para hablar de tú a ti?
¿Cuántos sentimientos rotos,
destruidos ante la inacción?
¿Es tan duro el arte?
Temo al viento que rompe
El aire de los que escuchan
Temo tu voz
Aquello que se nombra
Y no existe.
Temo al amor.
Temo al saber,
Grande,
De que nunca volveré a oírte
Estamos en el nuevo siglo hace mil años,
Cambiando sus voces por la mía.
Ellos creen que los dedos se mueren solos
Cuando se frotan suavemente y en silencio.
Un fuego como de rosa suave,
Olor que arde, color. Color.
Calienta los huesos del amor.
El amor es la voz
Mis hermanos son las voces
Mis brazos son mi boca