CAMINANDO POR EL LADO SALVAJE
Ana Conejero Quiles
Palpar a tientas madrugadas,
beber a lapos por tentar,
degustar vorágines autodestructivas habitar la campanilla,
repeler presentes, negación de futuros y desazón de pretéritos,
nada emocionante, tú solo dejando pasar los días.
Destruir tu superego,
creer no merecer más meras banalidades,
oír plañir tu alma para luego amordazarla,
frecuentar antros de decepciones rebosantes,
los vaivenes emocionales regentan tu vida.
Precisar amoniaco sin perfume,
salvar un papel de aluminio,
pedir un solo aguardando la cucharilla,
contar más centenas que unidades,
un único viaje más, exclusivo con billete de ida.
Dogmatizar tus excentricidades,
hablar lenguajes con tu imagen,
crear andamiajes de equilibrio bajo óptica de desórdenes,
dinamitar principios a base de adicciones,
te nutres en compadecerte.
Vivir a lo Sid Vicious siendo hijo de bracero,
derrochar más que dinero,
sentir incomprensión por repeler lo cotidiano,
ahondar en placeres mundanos,
culturizarte te ha perjudicado, pero el saber te ha aniquilado.
Finalista IV Certamen Amalio Gran