A ti
a quién nadie cantó
escribo estos cortos amores
que me nacen
al verte tan hundido.
A ti
bañado en olvido
sin pañuelos de tierra
que recojan, caliente,
la amargura.
A ti
visionario de goces,
dime qué esperas
para alcanzar
tus dorados, brillantes sueños.