A Sarri

Aquí y allá surge un rostro,

y una mano rota… y lágrimas.

   …y sus manos bailan

   por sobre el papel…

   La savia airada rasga las pulpas

y delimita las almas, los temores,

las tenues sonrisas.

   …y sus manos bailan

   por sobre el papel…

   Caballos peinándose

a las orillas del lago,

viejos acurrucados

como ovillos sangrientos

ante la llama.

   …y sus manos bailan

   por sobre el papel…

   Amigo,

que su baile alegre los sea

por muchos, muchísimos tiempos,

y que los relojes de arena

marquen contigo

cada pincelada.